martes, 19 de agosto de 2008

Mohacs 1526. Los otomanos se anexionan Hungría.


Esta batalla acaecida el 29 de agosto de 1526 fue una lucha que supuso la derrota del ejército húngaro, a las órdenes del rey Luis II de Hungría, a manos del ejército otomano, bajo el mando de Solimán el Magnífico, y que tuvo lugar a 170 km al sur de Budapest.

Las tensiones entre Hungría y el Imperio Otomano crecían. Pronto aparecieron las primeras incrusiones húngaras hacia el territorio Otomano. Soleiman exigió el pago de tributos al reino húngaro como prevención y cuando ésta se negó y desafió, avanzó hacia el norte con un ejército formado por unos 65.000 soldados, 45.000 de ellos regulares, tomando Belgrado y alcanzando la frontera húngara. En respuesta, Luis II reunió a un ejército de igual o mayor número, según las fuentes y en vez de esperar los últimos refuerzos de Transilvania y Croacia, avanzó hacia el sur desde la ciudad de Buda.

Los húngaros escogieron el terreno de batalla, una planicie abierta que terminaba en el Danu con algunas zonas pantanosas. Los turcos avanzaron sin encontrar oposición y asediaron ciudades y cruzaron los ríos Drava y Sava mientras Luis II aguardaba en Buda.

La batalla apenas duró dos horas. Un ejército de rumelios fue el primer avance otomano (13:00), que fue rechazado por los húngaros de Pál Tomori. Una hora más tarde llegó en tromba todo el contingente turco, que atacó después de varias andanadas de los cañones y mosquetes otomanos. Las fuerzas húngaras fueron prácticamente aniquiladas y el mismo rey murió en la batalla. Las bajas fueron de 21.000 soldados húngaros y 12.000 otomanos. Las consecuencias para Hungría fueron desastrosas. Después de doce años de guerra civil, todo el país fue absorbido por el Imperio Otomano sólo el tercio oriental, incluida Transilvania, mantuvo cierta autonomía. La monarquía húngara fue destruida, y Fernando I, hermano de Carlos V y heredero del Sacro Imperio Romano Germánico, fue nombrado monarca de la parte de Hungría que habían dejado los turcos, y de Bohemia, que permaneció intacta. Desde entonces Hungría se convirtió en un Reino protegido del Imperio Otomano.


domingo, 10 de agosto de 2008

Manzikert 1071. El principio de la decadencia bizantina.




La subida al trono de Romano IV Diogenes , un militar, llevó a la organización de un ejército de 70.000 hombres para reconquistar el terreno perdido ante los turcos.

En 1071 el normando Robert de Giscard tomó la ciudad de Bari , que era el último reducto bizantino en el sur de Italia. El emperador Romano IV había dado por perdida Italia y en su lugar se conformaba en hacer frente a los turcos. Partió hacia el este con un ejército de 60.000 soldados de caballería pesada llamados también catafractos a los que se sumaban numerosos grupos de infantería. De los cuales sólo la mitad eran bizantinos siendo el resto mercenarios turcos o normandos.

De los soldados bizantinos, una parte estaba al mando del estratego Andronico , perteneciente a una familia rival al emperador. En cuanto a la Guardia Varega se quedó en Constantinopla , no interviniendo en la batalla.

Tras atravesar Anatolia y asegurar algunos fuertes por el camino, Romano envió al destacamento turco de avanzadilla mientras él seguía hacia Manzinkert . No se sabe qué fue de los mercenarios turcos, si fueron atacados o simplemente desertaron, pero no se volvió a saber de ellos.

En el ejército bizantino había muchos soldados inexpertos, y la lealtad de algunos generales era dudosa, pero con ellos retomó la ciudad de Mazinkert, ubicada al este de la actual Turquía que los selyúcidas habían tomado con anterioridad. Con ello violaba el tratado de paz que había firmado con Alp Arslán años antes. Éste se encontraba en Siria y tuvo que abandonar sus planes para retroceder precipitadamente a enfrentarse a los bizantinos.

El ejército Selyúcida estaba conformado en su mayoría por caballería ligera, que no estaba armada para resistir un ataque frontal de la caballería pesada bizantina, pero era más ágil y podía maniobrar mejor.

Alp Arslan llegó Mazinkert el 25 de agosto de 1071. Ante el avistamiento del ejército enemigo Romano IV ordenó a su caballería que cargase contra los turcos, con lo cual violó una de las normas básicas de la estrategia bizantina: nunca debía enviarse caballería pesada a perseguir a la caballería ligera, a menos que ésta estuviera acorralada contra un río u otra barrera: tales persecuciones sólo agotaban a los caballos y los volvían vulnerables ante un contraataque. Así sucedió: los turcos huyeron con la pericia necesaria para no dejarse acorralar y hostigaron con flechas desde lejos. El emperador vio que sus tropas se estaban agotando y ordenó la retirada. Caída la noche mientras las tropas bizantinas trataban de instalarse en un campamento, los turcos atacaron por todas partes adoptando una formidable maniobra de pinzas . Durante la batalla, en la que Romano comandaba la vanguardia , los mercenarios normandos decidieron no intervenir, mientras que la retaguardia , dirigida por Andrónico Ducas, se dio a la fuga dejando desamparado al basileus y volvió a Bizancio a apoyar sus propios intereses políticos.

La falta de organización, sumada a la gran pericia de Alp Arslan , permitió a los turcos destruir completamente el ejército bizantino y capturar al propio emperador. Nunca antes los enemigos de bizancio habían derrotado tan contundentemente al ejército bizantino. El desastre de Mazinkert marcó el inicio de la decadencia militar de Constantinopla.