lunes, 13 de octubre de 2008

Leuthen y Rossbach 1757: el resurgir de las águilas prusianas.




Leuthen, 5 de diciembre de 1757

En 1757, tras un año de la llamada Guerra de los Siete Años, parecía que el poderíó austríaco en Silesia era incontestable, pero el rey de Prusia, Federico el Grande decidió lanzar una ofensiva para detener al ejército de Austria al mando de Carlos de Lorena. Federico contaba con un ejército de primer orden integrado por unos 35000 hombres, y el príncipe Carlos de Lorena contaba con unos 54000.

Un factor crucial fue que Federico tomó y mantuvo la iniciativa, ofreciendo un magnífico ejemplo del orden de ataque oblicuo. Aprovechando que unas colinas cubrían sus movimientos, los prusianos hicieron girar el flanco izquierdo de los austríacos, mientras un ataque de distracción propició que los austríacos enviasen sus reservas para reforzar el flanco derecho. Los prusianos se beneficiaron mucho de la movilidad de su artillería. Carlos ordenó dar la vuelta a su ejército creando un nuevo frente orientado hacia el sur extendido a ambos lados de la villa de Leuthen.

La segunda fase de la batalla se centró en una serie de ataques prusianos contra este nuevo frente, y sobre todo contra Leuthen, que fue finalmente ocupada después de una reñida lucha, pero la infantería de Federico el Grande quedó expuesta a las acometidas de la caballería de Carlos de Lorena. Se logró evitar que un contraataque de la caballería austríaca mandado por Lucchese alcanzase el flanco descubierto de la infantería prusiana gracias a la rápida intervención de la caballería de Prusia y al final, la infantería austríaca, ya muy mermada, emprendió la retirada.

Los prusianos perdieron a 6380 hombres entre muertos y heridos, los austríacos a 10000 y 12000 fueron hechos prisioneros. Tras su derrota, las tropas austríacas abandonaron la mayor parte de Silesia. Leuthen fue una reñida victoria alcanzada por un ejército bien adiestrado. Puso de manifiesto la potencia de fuego prusiana, la habilidad de Federico para aprovechar las características del terreno, la calidad en el combate de la caballería prusiana y la destreza de los mandos prusianos para tomar la iniciativa.

Rossbach, 5 de noviembre de 1757.

Menos de un año después, un ejército de 30000 franceses y 11000 alemanes avanzaron para atacar a los 21000 prusianos de Federico el Grande en Rossbach, Sajonia. Los aliados planeaban hacer girar el flanco izquierdo del rey, pero se equivocaron al dar por sentado que Federico no se quedaría y lucharía, y por ello no tomaron las debidas precauciones en la disposición de su orden de batalla.



Federico respondió enérgicamente, empleando las estribaciones del monte Jano para ocultar el movimiento de su ejñercito hacia el noreste; después arrastró las columnas de los aliados hacia el sur y el oeste. La caballería prusiana, mandada por el mayor general Seydlitz, sorprendió a la caballería enemiga y la derrotó, atacándoles de frente y con un doble movimiento de flanqueo. La caballería aliada fue empujada hacia atrás y se disolvió en una confusa masa. Seydlitz era un comandante de caballería muy enérgico, que era capaz de mantener el control sobre sus hombres. Luego dirigió su caballería con rapidez y la volvió contra la infantería franco-alemana.

Las columnas de vanguardia de la infantería francesa cayeron enseguida bajo las salvas del fuego de mosquetería de los prusianos apoyado por una batería de 18 cañones pesados. La caballería de Seydlitz atacó después a la infantería francesa, y a su ataque se le sumó el avance de la infantería prusiana, que avanzaba disparando. Los franceses emprendieron una confuda huida, cubiertos por su infantería ligera.



Los prusianos perdieron menos de 550 hombres, sus adversarios más de 10000, en su mayoría hechos prisioneros. La habilidad de Federico en asumir y mantener la iniciativa, y la disciplina tanto de la caballería como de la infantería prusianas resultó determinante.

Rossbach aseguró el flanco occidental de Federico, convenció a Jorge II de Inglaterra de que debía reanudar la lucha contra los franceses en Hanover y dejó seriamente dañado el prestigio del ejército y la monarquía franceses. A partir de entonces, los franceses serían mucho más precavidos a la hora de enfrentarse a las fuerzas prusianas.

1 comentario:

epaminondas dijo...

Como se deduce de las fechas que acertadamente recoge, la batalla de Rossbach fue ANTERIOR a la de Leuthen. Corrija, por favor, este grave fallo. Por lo demás, felicidades por los resúmenes. En cuanto a la parte gráfica, la ilustración de Rossbach corresponde a Hohenfriedberg, pero eso importa menos. Saludos.