miércoles, 17 de septiembre de 2008

Barcelona 19 y 20 de julio de 1936: Obreros, Guardia Civil y otros cuerpos policiales unidos contra el fascismo.




En la madrugada del 19 de julio se ultimaban en Barcelona los preparativos para la insurrección fascista, a la espera de que el general Goded llegase de Palma de Mallorca. El plan de los alzados consistía en que las tropas de los cuarteles periféricos convergieran sobre el centro de la ciudad, que ocupasen los puntos neurálgicos y enlazasen con el puesto de mando instalado en la sede de la IV división (actual Capitanía General).


La marcha de las unidades, especialmente desde Pedralbes y Sant Andreu, comenzó a las cinco de la mañana de un día que promete ser caluroso.


A las ocho de la mañana en la sede de la IV división, el general Fernández Burriel, que asume el mando a la espera de Goded, instó al general Llano de la Encomienda, máxima autoridad militar en Catalunya, a que se uniese a los sublevados, pero éste se niega.



El plan sigue su curso, una columna del regimiento de caballería de Santiago avanzaba por la calle Córcega sin problemas, hasta que llegó al cruce con la Diagonal ( Cinc d´Oros ), allí se vio sorprendida por el fuego de los guardias de asalto y algunos ciudadanos. El ataque provocó el desconcierto entre los soldados, mientras los altavoces junto a las sirenas de las fábricas despiertan a la ciudad bajo el grito “ A les armes el proletariat ”

También en el cruce Diagonal-Balmes un destacamento de artillería es aniquilado por los guardias de asalto, muchos oficiales y soldados de estas columnas se refugian en el convento de las Carmelitas en la calle Roger de Llúria, pero ese no es un buen refugio, al poco han de rendirse. Pero frente a la derrota rápida de estas columnas que no consiguen llegar al centro de la ciudad las fuerzas de Caballería de Montesa tienen más suerte y consiguen avanzar por la calle Tarragona hasta tomar posiciones en la plaza España y Universitat, desplegando una de sus secciones por el Paral.lel para intentar enlazar con las tropas que deben llegar a la plaza de Colón, procedentes de la sede de la IV División. Mientras, el comandante López Amor al frente de una columna de infantería del regimiento de Badajoz, procedente de los cuarteles de Pedralbes, consigue instalarse en la Plaça Catalunya y se apodera de la Telefónica y del hotel Colón. Pero los barceloneses ya se han armado bajo el mando de la Guardia de Asalto o de los anarquistas de la CNT.



El 19 de julio será un día largamente recordado, un episodio memorable de la historia de Catalunya, la batalla de Barcelona , el día llamado simplemente “19 de juliol”.


Como he dicho el comandante López Amor toma la plaza de Catalunya y la Telefónica, pero su situación es precaria ya que los francotiradores no cesan de hostigar su posició, en ese momento los fascistas empiezan a temerse lo peor. Pero la lucha sigue. En el sector marítimo el fracaso es total, una columna de artillería, al mando del capitán López Varela, que avanza por la avenida Icària en dirección al Pla de palau, no puede llegar a la Conselleria de Governació (hoy Gobierno Civil), que era su objetivo ya que son interceptados por la resistencia de los guardias de asalto y los anarquistas. Los obreros levantan barricadas con bobinas de papel sacadas de los muelles y muchos soldados de la columna de López Varela, arengados por los anarquistas arrojan sus armas.


Al mediodía llega, procedente de Palma tras haber consumado su dominio en Mallorca, el general Goded. La situación de los alzados no es precisamente favorable cuando él llega. El general entra en la sede de la División y detiene al leal general Llano de la Encomienda, después trata de restablecer el contacto con los enclaves en que se desarrolla la lucha, donde los militares cada vez están más hostigados por unos barceloneses hostiles.


Para su desesperación comprueba que el aeródromo de el Prat está en manos de oficiales leales a la República por lo que no puede utilizar la aviación para mejorar su situación. Realmente a Goded le tocó uno de los peores lugares para encabezar la rebelión, pese a ser uno de los generales más reputados junto a Sanjurjo, Mola y Franco (la muerte de Sanjurjo y Mola en accidente aéreo y el fusilamiento de Goded dejaron vía libre a Franco para proclamarse jefe del Estado). Pero sigamos con Barcelona, nuestro desesperado protagonista solo ve una esperanza para conseguir la victoria, que la Guardia Civil, que hasta el momento había estado al margen se uniese a los sublevados. Goded llamó por teléfono al jefe de la Guardia Civil en Catalunya, el general Arangunen, que dispone de más de 2000 hombres. El fascista conmina al jefe de la benemérita a que se una a él, le dice : “ No estaba en nuestro ánimo luchar contra la Guardia Civil, pero, llegado el caso, lo haremos. Y usted será el responsable”. Y le colgó el teléfono.

La actuación de la Guardia Civil sería decisiva para hundir la moral de los fascistas, no solo no se unió a la sublevación sino que encima luchó contra ella.



A las dos de la tarde, el primer tercio de la benemérita, al mando del coronel Escobar, sale de la Conselleria de Governació y sube por la Vía Laietana en formación de combate. Al llegar a la altura de la Comisaría General de Orden Público ( donde está hoy la jefatura de policía ), el coronel se cuadra ante el president Companys que se halla en el balcón.


A partir de ese momento el fracaso del alzamiento es cuestión de horas. Los “picolos” recuperan los enclaves de la Plaça Catalunya y Universitat ayudados por la guardia de asalto y los obreros que se mueven por los túneles del metro.



Goded se ve atrapado en el edificio de la División e intenta resistir, pero a las siete de la tarde el edificio es tomado por los republicanos y el fascista jefe detenido, pero sus subordinados siguen luchando, el president Lluís Companys hace que el general hable por la radio y recomiende a los sublevados la rendición. Sus palabras fueron : “La suerte me ha sido adversa y he caído prisionero. Si queréis evitar el derramamiento de sangre, quedáis desligados del compromiso que teníais conmigo “ Luego habló Companys : “ Catalans. Només unes paraules perque aquests són moments de fets i no de paraules. Acabeu de escoltar al general Goded, que dirigia l´inssurrecció i que demana que s´eviti el vessament de sang. La rebel.lió ha sigut sufocada.”



En la madrugada del lunes día 20 la caserna de Sant Andreu fue asaltada por los cenetistas, que encontraron allí un gran arsenal de fusiles y ametralladoras, pero aún resistían focos de sublevados en las Drassanes i el edificio de las Dependencias militares. La tarde del día 20 las masas anarquistas se lanzaron contra el edificio de las Drassanes, con más corazón que cabeza, ya que este estaba bien defendido y atacaron sin protección, lo que ocasionó muchas bajas, entre ellas la del dirigente de la CNT Francisco Ascaso, pero el edificio fue finalmente tomado por los obreros anarco-sindicalistas. La “Batalla de Barcelona” había terminado y el fervor popular se adueñó de las calles, comenzaba la gran revolución de 1936.




1 comentario:

Colección PhotoSpain dijo...

Se ruega firmar las fotografías, tienen un autor, en la mayoría de los casos son de Agustí Centelles i Ossó, en otras ocasiones han sido copiadas de la página de flickr.

Muchas gracias.


Colección PhotoSpain de Memoria Histórica
etecemedios@gmail.com