domingo, 7 de septiembre de 2008

Bombardeos de Barcelona de marzo de 1938. La barbarie fascista en marcha,




El mes de marzo de 1938 resultó ser uno de los más ignominiosos y terribles para la ciudad de Barcelona. Durante varios días los aviones italianos efectuaron diversos raids, uno tras otro, que dejaron a la ciudad prácticamente en ruinas y causaron centenares de muertos; es a partir de este momento cuando la opinión pública internacional se llevó las manos a la cabeza y Franco y Mussolini se culparon mutuamente de semejante barbarie.

El 16 de marzo el jefe de la aviación legionaria de Baleares recibía un telegrama urgente desde Roma:Iniciar desde esta noche acción violenta sobre Barcelona con martilleo espaciado en el tiempo . Según el “Duce” se dio esta orden para minar la moral de los republicanos a medida que los ejércitos fascistas avanzaban por el frente de Aragón, pero hay varias interpretaciones al respecto; algunos historiadores dicen que esta orden se debe observar como una advertencia a Francia, que en ese momento estaba a punto de intervenir en el conflicto y algunos dicen que únicamente se debió a que Mussolini estaba celoso de Hitler porque éste había conseguido anexionarse Austria. Posiblemente el motivo de estos ataques se debiera a que Italia estaba ya cansada de la guerra española, en la cual su papel no estaba siendo precisamente un sendero de gloria ( humillación de Guadalajara ) y lo que quería Mussolini era finalizarla cuanto antes destruyendo a la principal ciudad suministradora de material bélico ( los nervios del dictador italiano iban in crescendo, llegando a su culmen en agosto de ese año cuando tildó a Franco de incompetente y vaticinó la derrota de éste ).

Por otra parte está Franco. Siempre se ha dicho que el “Caudillo” no tenía prisa alguna por acabar con el conflicto y que estos ataques por parte de los italianos no iban con su forma de entender la guerra; excusas. Considero que si Franco tardó tres años en ganar la guerra fue debido en parte a su incompetencia militar y a la feroz resistencia del ejército republicano, infravalorado una y otra vez por la historiografía. Es cierto que la República apenas logró victorias importantes, pero resistió el embate de un ejército que contaba con las mejores maquinarias bélicas de Europa y a punto estuvo de doblegarlo en las primeras semanas de la batalla del Ebro, más mérito aún si tenemos en cuenta el obsoleto armamento con el que contaba el ejército popular.

El hecho es que Franco no se opuso a la carnicería sobre Barcelona pese a que siempre se le echasen las culpas a los italianos ( que si operaban de forma autónoma, que si recibían órdenes directas de Roma etc..) , lo que no debemos olvidar es a quien servían los aviones italianos en España y quien era el jefe de todos los ejércitos nacionalistas ( cuando Gernika, Franco acusó a los mismos republicanos de haberse auto-bombardeado ).


La cuestión objetiva es que entre los días 16 y 18 de marzo se produjeron al menos trece ataques de la aviación italiana y la sensación entre la población civil fue de que durante 72 horas hubo un bombardeo continuo e indiscriminado. Respecto al primer ataque el informe de la Junta de Defensa Pasiva dice: “ Alarma desde les 22:08 a les 00:01. Impactes assenyalats: vint-i-nou. Un a la ronda Universitat núm. 7, tres al carrer Consell de Cent núm. 331, 394 i 429, altres al carrer de Balmes núm. 17 i 19, carrer de Casp núm. 45 i 47, en la Via Durruti núm. 8 i 40, carrer Beates núm. 1, quatre a la Riera Alta núm. 31, un altre a la plaça Padró núm. 4, tres al passatge Marimón núm. 6, carrer de Valencia núm. 363, dos al carrer Gramanet, set a la cantonada Sicilia-Rosselló, cantonada Ascaso-Lepant, cantonada Córcega-Sicilia.Causaren 14 morts.”
Cualquier persona que conozca la ciudad de Barcelona comprenderá que en estas calles no se encuentra objetivo militar alguno, jamás lo ha habido ya que son estas son áreas puramente residenciales.

Uno de los obuses impactó de lleno en un autobús tal y como se describe en uno de los comunicados de los bomberos: “ 17-3-1938, 10:33.Carrer Francesc Layret i ronda de Sant Pau. En arribar al lloc del sinistre estava tot encés un autobús Roca i per terra una estesa de morts i carn humana desfeta amb trossos de vestits cremant. La creu roja estaba recollint amb les seves ambulàncies els morts i els ferits. Procedírem amb un establiment del Bt i a apagar els vestits encesos i després l´autobús Roca. Un moneder de senyora que es trobà fou entregat a la Jefatura del Cos i d´allí a l´oficina de recuperació.”

Las zonas más afectadas fueron las siguientes: En la calle Casp, entre Bruc y Girona se derrumbó un edificio de cinco pisos, en Consell de Cent se derruyó parcialmente un edificio de también cinco pisos, en la Ronda Universitat número 9 se derrumbó el tercero y cuarto piso, se incendió el mercado de Santa Caterina, se hundieron los edificios de la calle Trafalgar número 59 y de la Ronda Sant Pere 72, también se hundieron los edificios de la calle Hospital números 89, 91 y 103 todos estos edificios de cinco pisos, se derrumbó totalmente un edificio de siete plantas en el número 9 de Plaza Catalunya, se incendió el departamento de química de la Universidad de Barcelona, los números 24. 26 y 28 de la calle Riereta ardieron por los cuatro costados, en la calle Floridabanca número114 se hundió un bloque de seis pisos. Las bombas afectaron también a la plaza Tetuán, calle Aragón con Passeig de Gràcia, el cine Novedades etc... No voy a nombrar calle por calle los edificios afectados ya que es una tarea ardua y que se puede encontrar en la excelente obra de Villarroya, pero si tengo que comentar que el día 17 se produjo una brutal explosión en el cruce de las calles Gran Via de les Corts Catalanes con Balmes, que produjo una columna de humo de 250 metros de altura. La tremenda deflagración confundió a la población y a la opinión internacional que creyó que los italianos estaban probando un nuevo artefacto de gas líquido, sin embargo todo apunta a que en un obús alcanzó a un camión militar repleto de trilita. En esos momentos se hallaba en Barcelona el jefe de la aviación de caza republicana y a su parecer en ese momento no se arrojó un número excesivo de bombas por lo que creyó que una de esas bombas era de gas licuado. Durante años se barajaron las dos hipótesis pero hoy en día está bastante claro que fue la mala suerte de que detonara el camión de explosivos.

El corresponsal de guerra H.L Matthewes describió la escena: “ Casi todas las ventanas desde el Paseo de Gracia hasta la calle Mallorca se rompieron. Algo más cerca de la explosión las farolas fueron arrancadas y los árboles astillados e incendiados. Un autobús cargado, que se hallaba cercano a la explosión ( no es el mismo que el citado anteriormente ) fue reducido a chatarra ardiente. Por toda aquella zona havia masas viscosas de sangre que poco antes eran seres humanos. Una cortina de humo y polvo quedó flotando durante horas de la misma manera que el áspero olor de la pólvora y otras sustancias químicas”

Las cifras de muertos fueron de 979 en tres días, entre ellos 114 niños y el número de heridos no fue inferior a 1500.



Los aviones italianos utilizaron para estos bombardeos diversos tipos de bombas; las de 250 y 500 kilos “estándar”, las de 250 y 500 kilos “antiblindaje”, concebidas especialmente para la destrucción de búnkers de hormigón y las bombas incendiarias, especialmente peligrosas eran las de 2 kilos lanzadas en racimos y bombas de fragmentación de 100 y 250 Kg, en los tres días se arrojaron unos 30 000 Kg de bombas.

A este respecto se pronunció el embajador alemán en Salamanca: “ He sabido que los ataques aéreos sobre Barcelona efectuados hace unos días por los bombarderos italianos han sido literalmente terribles. Casi todos lo barrios de la ciudad han sufrido. No hay ningún indicio de que se hayan querido tocar objetivos militares. Centenares de casas y calles han sido destruidos por las bombas, que evidentemente tenían un poder de destrucción muy particular. Se han contado hasta ahora 1000 muertos pero se presume que numerosos cadáveres están aún entre los escombros (...) Parece que una bomba ha matado a toda una fila de mujeres que hacían cola para la distribución de la leche, y que otra , caída en una boca del metro, ha destrozado a la gente que se había refugiado en ella. Creo que los bombardeos de destrucción cuando no pretenden objetivos netamente militares, no producen el efecto moral que se busca en una guerra civil como la española, sino por el contrario , comportan graves peligros para el porvenir

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bombardeos de Dresde.
Bombardeos de Japón.
masacres palestinas.
etc, etc, etc.
El genocidio sionista angloamericano en marcha.