En la madrugada del 8 de noviembre los comandantes fascistas encargados de tomar Madrid, Mola, Varela y Yagüe inician el ataque que tenían planeado. El plan consistía en lanzar un ataque en flecha entre la ciudad universitaria y la plaza de España, hacia un sector de la ciudad ocupado por la clase media , situado sobre las colinas que están directamente encima del valle del Manzanares. El ataque implicaría la dificultad de subir por la colina cubierta por el parque del Oeste , atravesando el Manzanares y la Casa de Campo. De las columnas de Yagüe, la primera, la de Asensio cruzaría el Manzanares directamente debajo del paseo de Rosales, una larga calle que se extiende a lo largo de la parte superior del parque del Oeste, y subiría para tomar la cárcel Modelo y el cuartel de Don Juan.
La columna del comandante Castejón cruzaría más a la izquierda y se instalaría en una residencia de estudiantes llamada Fundación del Amo, en la parte de la Ciudad Universitaria más próxima a Madrid. Delgado Serrano, por la derecha, había de conquistar el cuartel de la Montaña, con lo que quedarían a tiro el Palacio Nacional y la Gran Vía. Los comandantes Barrón y Tella avanzarían por el barrio de Carabanchel, para hacer creer que el ataque principal venía del sur. Estas cinco columnas dirigidas por comandantes que habían luchado en el Rif estaban compuestas en su mayor parte de los sanguinarios y crueles legionarios y marroquíes pero mientras quedó un miliciano los moros NO PASARON, como vaticinó una vieja canción. ( al menos hasta 1939 ) .En el combate también participarían unos veinte tanques italianos y tres compañías de tanques alemanes a las órdenes del coronel Von Thoma.
El Gobierno de la República huye de Madrid
Ante la perspectiva del inminente ataque faccioso de la capital, el gobierno de Largo Caballero decidió marcharse a Valencia, alegando que no se podían realizar las tareas de la administración en una zona de guerra. El aplazamiento de esta decisión hasta ese momento dio un aspecto de huida a la retirada del gobierno . Además Prieto había pensado que irían a Barcelona, igual que Azaña, lo que hubiera sido una decisión más lógica. A pesar de todo, el 6 de noviembre por la tarde, Largo Caballero comunicó repentinamente el plan al jefe de la división de Madrid, general Miaja, y le dijo que, a partir de entonces, él era la máxima autoridad de la ciudad, tanto en lo político como en lo militar.
Los principales ministros, funcionarios y políticos de todos los partidos se fueron de Madrid, llevándose todos los archivos del gobierno, incluso los del ministerio de Guerra. Los nuevos ministros anarquistas se oponían a dar este paso, porque creían que les habían hecho entrar en el gobierno con engaño, pero no pudieron evitarlo ; se fueron en silencio, sin ni siquiera poder comunicarse con sus seguidores. Grandes caravanas de vehículos ocupaban las carreteras que iban a Valencia, transportando los archivos y todos el material del gobierno. La embajada rusa fue con otros diplomáticos, el único funcionario ruso que se quedó fue Orlov , de la NKVD. Orlov dijo a Louis Fischer : “Márchate lo antes posible. No hay ningún frente. El frente es Madrid” El subsecretario de la Guerra, general Asensio, mandó llamar a Miaja y al general Pozas, jefe del ejército del centro, y dio a cada uno un sobre donde ponía : “Muy confidencial. No abrirlo hasta las seis de la mañana”. A continuación Asensio también se fue a Valencia. Miaja insistió en que se abrieran las órdenes inmediatamente. Y entonces, los dos generales descubrieron que, al meter las dos listas de instrucciones se habían equivocado de sobre .
Se ordenaba a Pozas que estableciera un nuevo cuartel general del ejército del Centro en Tarancón y a Miaja que organizara una junta de defensa con representantes de los partidos del Frente Popular que se hiciera responsable de Madrid y defendiera la capital como pudiera. Si tenía que retirarse debería hacerlo con el ejército intacto y establecer una línea cerca de Cuenca, donde le pareciera mejor a Pozas.
Se formó la junta propuesta, compuesta en su casi totalidad por hombres jóvenes. Aunque el número de miembros era proporcional, según lo estipulado, a los partidos gubernamentales, igual que en los pueblos durante los primeros días de la guerra, el poder quedó en manos del grupo más fuerte : en aquellas circunstancias las juventudes socialistas-comunistas y el Partido Comunista. El corresponsal del Pravda, Kolstov, se ocupó de todo él mismo, organizando y escogiendo comisarios, animando el ministerio de la Guerra, y asistiendo a las reuniones del comité central del Partido Comunista.
En Madrid se organizó un nuevo estado mayor central, dirigido por Rojo, el oficial que había visitado el Alcázar durante su asedio, un hombre competente, culto, y educado pero pesimista. Había una serie de jóvenes oficiales de estado mayor (Matallana, Estrado, Casado ) que también ansiaban aprovechar aquella oportunidad tan interesante para hacerse un prestigio.
Fueron convocados al ministerio de la Guerra todos los oficiales, y luego los dirigentes sindicales de Madrid. Miaja les habló en términos heroicos, sin ocultar la gravedad de la situación, y pidiendo que, al día siguiente, fueran enviados al frente 50 000 sindicalistas más. Mientras tanto, el jefe del estado mayor fue favorecido por la suerte : estalló un tanque italiano , y, en el interior, en el bolsillo de un oficial español muerto se encontró el plan de batalla de Varela para el día siguiente. Los jefes volvieron con sus hombres animados ante la idea de que al menos Madrid no caería sin lucha . La primera reunión de la junta de defensa se celebró en el ministerio de Guerra, constituida por un grupo de hombres jóvenes y entusiastas, ansiosos de gloria. A su cabeza, Miaja, verdaderamente sorprendido de encontrarse con ellos.
Koltsov, mientras, se encargó de sacar de Madrid a los presos políticos más importantes que todavía estaban en la cárcel Modelo, el número de presos ascendía a unos 1000, que fueron ejecutados inmediatamente mientras eran trasladados a Paracuellos del Jarama. Durante los días siguientes hubieron muchas otras ejecuciones de presos fascistas. Los principales funcionarios de la policía tenían conocimiento de estos asesinatos y el primero en protestar ante tanta brutalidad fue el director de prisiones Melchor Rodríguez, que era anarquista. Estos asesinatos se explican por el ambiente de pánico que se vivía en la ciudad ante la perspectiva de que Madrid pudiera caer en manos de Franco y aquellos hombres jóvenes de la junta de defensa sabían que morirían si Madrid caía, por lo que pasaron por alto estos crímenes.
En Madrid se presentaban cada vez más voluntarios para la defensa, aleccionados por los llamamientos que se oían por los altavoces. Los carabineros, soldados y milicianos movilizados cumplieron casi al pie de la letra la órden de no retroceder un paso. En la Casa de Campo el avance fascista , que debía llegar al cuartel de la Montaña, no pasó de un montículo llamado el cerro de Garabitas. Desde allí se dominaba una magnífica vista de Madrid, y además constituía una excelente posición de tiro sobre la ciudad, al otro lado del valle, para la artillería. Los jefes republicanos enviaban constantemente a la retaguardia peticiones de más municiones y refuerzos, Miaja contestaba que éstos ya habían sido enviados.
Llegan las Brigadas Internacionales
En estos momentos críticos fue cuando empezaron a desfilar por la Gran Vía las primeras unidades de las Brigadas Internacionales, camino del frente. La primera de estas unidades era un batallón de alemanes, con una sección de ametralladoras servidas por ingleses. El batallón llevaba el nombre de Edgar André en honor a un comunista alemán de origen belga decapitado por los nazis. En segundo lugar iba el batallón “Comuna de París”, compuesto de franceses y belgas, a las órdenes del coronel Jules Dumont. El tercer batallón era el Dombrowsky dirigido por el polaco Boleslav Ulanovsky compuesto principalmente por mineros polacos socialistas residentes en Francia o Bélgica desde hacía poco tiempo. Toda la brigada (llamada la 11ª ) estaba al mando del húngaro Kleber. Habían llegado a Madrid después de ser aclamados en los pueblos de la Mancha por campesinos que gritaban ¡ No pasarán ! o ¡ Salud !, a lo que los miembros de la brigada respondían gritando “Rot Front !” y “les soviets partout !” . Aquellos hombres aparentemente disciplinados, con sus uniformes de pana y sus cascos de acero , seguidos por escuadrones franceses de caballería , impresionaron profundamente a los madrileños, que ya daban por perdida la capital.
El 8 de noviembre por la tarde, la brigada ya ocupaba sus posiciones. Los batallones Edgar André y Comuna de París fueron enviados a la casa de campo. El batallón Dombrowsky se unió a Líster y al Quinto Regimiento en Villaverde.
Sin embargo las brigadas contaban con un número muy bajo de hombres , la 11ª sólo contaba con 1900 soldados, la 12ª ,que llegó al frente el 13 de noviembre disponía de 1550, una fuerza demasiado pequeña para haber cambiado el signo de la batalla en un solo día, por lo que en un principio se puede afirmar que las Brigadas Internacionales no salvaron Madrid en cuanto llegaron por su potencial militar, el ejército republicano ya había detenido a Varela el 7 de noviembre, antes de la llegada de la Brigada. Fueron los coroneles Galán y Romero, al mando de la 3ª y 4ª brigadas mixtas quienes impidieron que los rebeldes cruzaran el Manzanares. Pero el valor y la experiencia de las Brigadas si que fueron cruciales en batallas posteriores, además el ejemplo de las Brigadas Internacionales dio a los madrileños la impresión de que no estaban solos.
Al día siguiente, 9 de noviembre, Varela , detenido en la casa de Campo, preparó un nuevo ataque en el sector de Carabanchel. Pero la lucha en las calles desconcertaba a los marroquíes que no conseguían avanzar, eran excelentes soldados en campo abierto, pero no estaban acostumbrados a luchar en una ciudad tan grande.
En la casa de Campo Kleber preparó un ataque, “ ¡ Por la revolución y la libertad, adelante !”. Entre encinas y acebos la batalla se prolongó toda la noche y hasta entrada la mañana del día 10. Para entonces a los fachas solo les quedaba el cerro de Garabitas en la Casa de Campo, pero el triunfo de los brigadistas costó caro, una tercera parte de la 1ª Brigada internacional había caído. Varela tuvo que desistir de atacar por la casa de campo, sin embargo en Carabanchel continuaba una sangrienta batalla, en el hospital militar se luchaba cuerpo a cuerpo. El bombardeo sobre la ciudad se había incrementado utilizando bombas incendiarias, pero el día 11 la aviación republicana se anotó un tanto destruyendo una gran parte de la escuadrilla de Junkers y Heinkels (los bombarderos que en el 37 destruyeron Guernika) en el aeródromo de Ávila.
Los fascistas cruzan el Manzanares, la Ciudad Universitaria
El 12 de noviembre , la persistente lucha en Carabanchel convenció a Goriev, Rojo y Miaja de que el próximo ataque sería contra la carretera Madrid-Valencia, por consiguiente enviaron a aquel sector del frente a la 12ª Brigada Internacional, formada por los batallones Thaelmann, Marty y Garibaldi, de alemanes franco-belgas e italianos. Cuando entró en combate hubo problemas por los distintos idiomas. La Brigada tuvo que andar 15 kilómetros y entrar en combate muy cansada, el apoyo de la artillería fue insuficiente y una vez más el destacamento de tanques rusos no logró el contacto necesario con la infantería. La lucha duró todo el día ; pero el objetivo del ataque ,el cerro de los ángeles, permaneció inexpugnable.
Al mismo tiempo que la 12ª Brigada Internacional, llegó a Madrid el gran héroe, Durruti, con su famosa columna de 4000 milicianos anarquistas. Durruti y García Oliver deseaban un sector independiente del frente donde pudieran operar, y nuevas armas ; ambos deseos fueron cumplidos, Miaja les asignó la Casa de Campo. Durruti recibió órdenes de atacar el día 15, con el apoyo de la artillería y la aviación. Las órdenes sin embargo eran confusas, implicaban un ataque frontal contra los fascistas. El ataque fue un fracaso, las ametralladoras de los moros hicieron retirarse a los anarquistas. Varela escogió este momento para volver a avanzar, esta vez cubierto por la legión cóndor. Tres veces la vanguardia de la columna de Asensio llegó al Manzanares y tres veces tuvo que retroceder, pero al final consiguió establecer una cabeza de puente . Después de un fuerte bombardeo contra los defensores de la libertad las execrables tropas nacionales atravesaron el río, dos tabores de moros y una bandera de la legión, la columna que estaba frente a ellos hubo de retirarse, los facciosos tenían casi libre el camino hacia la Ciudad Universitaria. La 11ª Brigada fue enviada para defender la facultad de Filosofía y Letras mientras cada vez más hombres del ejército de África iban cruzando el río.
Comenzó la sangrienta batalla de la ciudad universitaria. Tras horas y horas de bombardeos, en el que no cedía ninguno de los dos bandos, venían luchas cuerpo a cuerpo por una habitación o un piso de los edificios. En el Hospital Clínico el batallón Thaelmann subía bombas en los ascensores para que explotaran entre los moros que estaban en el piso inmediato ; y, en este edificio, los marroquíes sufrieron bajas por haberse comido animales inoculados que se guardaban allí con propósitos científicos.
El valor mostrado por los defensores fue enorme, por ejemplo una compañía polaca resistió en el instituto Francés hasta el último hombre, aunque hay que reconocer que los atacantes también mostraron una gran valentía, una avanzadilla de moros se abrió camino a tiros por la calle Princesa, en el centro de Madrid e intentaron llegar hasta la plaza de España, pero no tenían posibilidades, todos fueron aniquilados. Pero los rumores de que los marroquíes habían llegado a la plaza España se extendió entre los defensores, Miaja tuvo que ir a la línea de fuego para levantar el ánimo de los defensores al grito de “¡ Cobardes !, ¡ morid en vuestras trincheras ! , ¡ Morid con el general Miaja !”.
El 19 de noviembre Durruti estaba frente a la cárcel Modelo con sus milicianos, una bala le atravesó el pecho y hubo de ser conducido urgentemente al hotel Ritz , que servía de hospital, fue intervenido quirúrgicamente durante unas tres horas, en la madrugada del día 20, el gran idealista, el mejor líder anarquista que jamás ha existido, murió. Las causas de su muerte siempre fueron confusas, la versión oficial habla de una bala perdida de los nacionales, pero la hipótesis más creíble es que fue asesinado por un comunista - ya que los anarquistas estaban adquiriendo demasiado protagonismo - o que uno de sus propios milicianos le disparase, un resentido por los cambios que habían habido en la columna. Esta hipótesis del asesinato se sustenta en la base de que los médicos forenses calcularon que el disparo había sido hecho desde una distancia de unos diez cm, es decir alguien muy cercano a él le disparó.
Su entierro el 22 de noviembre en Barcelona fue multitudinario, toda la ciudad salió a despedir al hombre que había conseguido que durante un tiempo la utopía fuese realidad.
Pero sigamos en Madrid. Franco ya empezaba a darse cuenta que Madrid no iba a ser tomado con la facilidad que él creía. Decidido a destruir la ciudad antes que dejarla en manos de los “rojos”, empezó el experimento que tanto deseaba probar la Legión Cóndor : ¿ Se pude hacer rendir una ciudad a base de bombardeos ?. Del 19 al 22 de noviembre los Junkers 52 y los Savoia Marchetti sm 80 bombardearon la ciudad, especialmente de noche, pero a Franco no le salió bien el invento, no solo no hizo caer a los ciudadanos en la desmoralización sino que éstos además sintieron más odio hacia los fascistas, incrementando las ansias de defender Madrid.
La batalla de la Universitaria continuó hasta el día 23, momento en que las tres cuartas partes estaban en manos de Mola, pero la constante defensa de la facultad de Filosofía y letras impidió a los nacionales avanzar hasta la plaza de la Moncloa, los dos ejércitos, exhaustos , se dedicaron a cavar trincheras y construir fortificaciones. Los nacionales se dieron cuenta de que cualquier nuevo avance sobre Madrid les costaría demasiado. El día 23 los fascistas decidieron que continuar con un ataque frontal sobre la ciudad era inútil.
Las batallas por la carretera de La Coruña y la estabilización del frente
El 13 de diciembre los fascistas decidieron que lo mejor era rodear Madrid por el norte, intentando llegar a la carretera Madrid - La Coruña. El jefe de las operaciones era el general Orgaz, jefe supremo del frente de Madrid, en el campo de batalla el mando lo poseía Varela, con 18 000 hombres distribuidos en cuatro brigadas, para no faltar a la tradición, los nacionales iniciaron el ataque con un fuerte bombardeo artillero. El 14 de diciembre se inició el ataque hacia Boadilla del Monte, a 30 Km de Madrid, por la noche el pueblo ya había caído.
Las fuerzas republicanas de la zona consistían en una serie de batallones dirigidos por el comandante comunista Barceló, entraron en combate las dos brigadas internacionales y un destacamento de tanques rusos mandados por Pavlov. El contraataque fue muy duro, los franquistas se retiraron de Boadilla y los batallones Dromwosky y Thaelmann entraron en el pueblo, pero los fachas rodearon la población y se produjo una nueva lucha que dejaron muchas bajas en ambos bandos y los nacionales recuperaron de nuevo Boadilla (nunca entenderé porqué en la guerra civil hubieron tantas batallas y muertos por tomar poblaciones que apenas aparecen en los mapas, durante la guerra muchos pueblos pasaron dos o tres veces de bando en uno o dos días a costa de centenares de bajas , es como una pelea infantil, yo soy más fuerte y me quedo con este pueblo, pero luego viene el otro y dice, no yo soy más fuerte y yo me lo quedo, es como pelearse por un chupa-chup, pero en fin supongo que esto va con el carácter español), después se produjo otra violenta pelea en el castillo de Sueca, defendido por guardias civiles republicanos, que tuvieron que retirarse dejando atrás más de 100 muertos.
Los nacionalistas habían ganado, pero lo que habían conseguido era perder muchos hombres y conquistar dos pequeños pueblos y avanzar solo ocho Km al norte, obviamente los fascistas decidieron que no había sido precisamente uno de los éxitos militares más gloriosos de su ejército, por lo que suspendieron los ataques.
Después de navidad, los rebeldes, que ya estaban algo nerviosos por las dificultades de tomar Madrid decidieron de nuevo intentar cortar la carretera de la Coruña, esta vez las columnas habían sido reforzadas con tropas de regulares y falangistas. Se enfrentaron con un ejército republicano reorganizado en el frente de Madrid como un cuerpo del ejército , con cinco divisiones dirigidas por el italiano Nanetti, Modesto ( organizador del quinto regimiento ), Perea, Prada y Galán.
El ataque nacionalista se produjo contra la división de Modesto, compuesta por brigadas mixtas dirigidas por “el Campesino”, Barceló, Cipriano Mera y Gustavo Durán. El coronel rebelde Barrón avanzó por la carretera desde el pueblecito de Villanueva de la Cañada, el 4 de enero de 1937 llegó a las primeras casas de Las Rozas, en la línea de tren Madrid-El Escorial, pero el avance era lento ya que las casas de veraneo de aquella zona eran excelentes posiciones para los defensores. Los batallones Edgar André y Thaelmann fueron enviados de refuerzos. El 5 de enero un ataque fascista a base de una primera oleada de tanques y artilleria ligera, seguida por la infantería , en plan Blitzkrieg,rompió el frente republicano. Tres brigadas republicanas quedaron desconectadas entre sí y se quedaron sin munición, el desastre parecía inminente por lo que hubo de mandarse a la brigada de Enrique Líster y Miaja tuvo que convencer a Largo Caballero para que enviara a la 14ª Brigada Internacional de Córdoba a Madrid.
Pero el avance facha no se detuvo, pese a que las ametralladoras de las Brigadas causaran muchísimas bajas a las columnas de Orgaz. El día 6, el batallón Thaelmann fue enviado a las rozas con las órdenes de resistir y no retroceder ni un paso, el batallón resistió heroicamente todo el día, a pesar de los ataques de la infantería, tanques y aviación, los moros entraban en las trincheras del batallón y mataban a los heridos a bayonetazos, pero los defensores de la libertad resistían. Al día siguiente Kleber, el jefe de la 1ª Brigada Internacional envió al batallón una nueva orden : orden de avanzar obviamente los del Thaelmann no estaban para bromas y los pocos que quedaban respondieron diciendo “Imposible. El Batallón Thaelmann ha sido destruido”.
El 9 de enero los rebeldes a costa de grandes pérdidas habían conquistado 10 Km de la carretera, que iban desde Las Rozas hasta las primeras casas de Madrid, en puerta de Hierro. El día 10 llegaron a Madrid desde Córdoba las Brigadas 12ª y 14ª, después de haber luchado en el sur y tras un viaje de 48 horas sin dormir tuvieron que irse exhaustos directamente al frente. Al día siguiente la República contraataca. La 12ª Brigada llegó a Majadahonda , y la 14ª a las Rozas - como cosa curiosa hay que decir que el día del ataque era frío y con mucha niebla, un batallón de la 14ª se perdió y aún lo están buscando -. Los tanques rusos de Pavlov atacaron con toda su furia, destrozando a fascistas, pero sin conseguir ganar terreno. La batalla continuó hasta el 15 de enero, día en que los contendientes empiezan a cavar fortificaciones. En diez días de lucha habían muerto 15000 soldados, quedó en tablas, Orgaz conservaba sus 10 Km de carretera y Miaja había impedido el aislamiento de la Sierra de Guadarrama.
Los camiones cargados de alimentos que los nacionales habían traído para alimentar Madrid en cuanto la ciudad cayera estaban parados en grandes caravanas, su contenido se fue pudriendo lentamente. Detrás de las líneas republicanas había mucha hambre, pero todos se sentían orgullosos, lo que parecía imposible a finales de octubre se había hecho realidad, Madrid había resistido el embate de las tropas de Franco.
2 comentarios:
no conocia la historia de Madrid.. muy interesante, estoy viviendo en un alquiler temporario en Recoleta y luego me voy para España.. que mejor ir sabiendo ya esto?
Madrid aguantó porque Negrín gastó el oro dque no era del Gobierno sino del Banco de España para comprar armamento a la URSS, que además envió asesores militares y comisarios políticos. Las y las Brigadas Internacionales fueron reclutadas en París por el genocida Stalin, así que no eran defensores de la libertad sino idealistas manipulados.
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